martes, 15 de enero de 2013

SOLUCIONES AMORTIGUADORAS



SOLUCIONES AMORTIGUADORAS 
Soluciones amortiguadoras son aquellas soluciones cuya concentración de hidrogeniones 
varía muy poco al añadirles ácidos o bases fuertes. El objeto de su empleo, tanto en técnicas 
de laboratorio como en la finalidad funcional del plasma, es precisamente impedir o 
amortiguar las variaciones de pH y, por eso, suele decirse que sirven para mantener 
constante el pH. Los mas sencillos están formados por mezclas binarias de un ácido débil y 
una sal del mismo ácido con base fuerte, por ejemplo, una mezcla de ácido acético y acetato 
de sodio; o bien una base débil y la sal de  esta base con un ácido fuerte, por ejemplo, 
amoníaco y cloruro de amonio. 
La aplicación más importante de esta teoría de los amortiguadores es, para los fisiólogos, el 
estudio de la regulación del equilibrio ácido-base. Para dar una idea de la importancia de 
los amortiguadores de la sangre, recordemos que la concentración de hidrogeniones del 
agua pura experimenta una elevación inmediata cuando se añade una mínima cantidad de 
un ácido cualquiera, y crece paralelamente a la cantidad de ácido añadido. No ocurre así en 
la sangre, que admite cantidades del mismo ácido, notablemente mayores, sin que la 
concentración de hidrogeniones aumente de una manera apreciable. 
Mecanismo de la acción amortiguadora 
Supongamos un amortiguador constituido de ácido acético y acetato de sodio. El ácido 
estará parcialmente disociado estableciendo un equilibrio entre las partículas de ácido sin 
disociar los iones hidrógenos y los iones de base conjugada. El acetato de sodio, como 
todas las sales, está disociado completamente y, por esta causa, el ión acetato procedente de 
la sal desplaza el equilibrio hacia la formación de ácido, disminuyendo la concentración de 
hidrogeniones libres. La presencia conjunta de la sal y el ácido hace decrecer la acidez 
libre. Si las cantidades de sal y ácido son del mismo orden de magnitud, la concentración de 
iones hidrógenos se regulará por la reacción de equilibrio del ácido, es decir 
CH3-COOH  ↔  CH3-COO -+  H

Si añadimos al sistema un ácido fuerte, por ejemplo ácido clorhídrico, se produce un 
aumento instantáneo de la concentración de iones hidrógenos, los cuales son neutralizados 
por la base conjugada del ácido liberando así, una cantidad equivalente de ácido débil. 
Si añadimos al sistema una base fuerte, por ejemplo hidróxido de sodio, los iones hidroxilos 
consumen rápidamente iones hidrógenos del sistema para formar agua, lo que provoca la 
transformación de una parte del ácido acético libre en acetato que es una base menos fuerte 
que el hidróxido de sodio. 
La utilidad de las mezclas amortiguadoras en la regulación del equilibrio ácido-base del 
plasma sanguíneo, estriba precisamente en la posibilidad de mantener la concentración de 
iones hidrógeno dentro de límites estrechos, que con razón puede considerarse invariable. 
El pH se puede mantener muy aproximadamente al nivel que convenga, escogiendo las 
mezclas adecuadas. Por un ejemplo, con un determinado amortiguador el pH de una cierta 
reacción puede ser tres, y con otro amortiguador la misma reacción se puede estudiar a pH 
ocho. 

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